El jueves por la tarde noche el jefe comunal de Tupungato junto al Director de Deportes del departamento, Diego Guiñazú, se reunió en el Hotel Turismo con referentes de algunas de las Escuelitas de Fútbol -con sede en Tupungato- para transmitirles la conformación de la Liga Municipal de Escuelitas de Fútbol (LMEF) y la estructura dirigencial que tendrá para poder trabajar de forma ordenada para el beneficio de todos los miembros de los conjuntos deportivos, en especial de las niñas y niños que eligen el fútbol como práctica recreativa y deportiva, sus familias, profes y representantes.
Los objetivos de la LMEF son organizar la estructura de las escuelitas, garantizar igualdad de oportunidades, acompañar e impulsar el deporte infantil; para poder alcanzarlos se ha definido un Reglamento único -consensuado con las escuelitas-, y se gestionará formación y capacitación a quienes oficien de técnicos.

Dentro del Reglamento se ha establecido las Bases Generales y Específicas, algunas son que cada Torneo contará con dos tipos de categorías:
• Categoría formativa: prepara deportistas y busca la promoción de valores, fomentar el juego limpio, el respeto, la disciplina y la responsabilidad.
Contempla jugadores 2015-2016: (9-10 años), cada equipo debe tener 9 jugadores en cancha (incluído el arquero), el partido se juega en 2 tiempos de 20 minutos -con un entretiempo de 5 minutos- las dimensiones del campo de juego son mitad de la cancha.
Contempla jugadores 2017-2018: (7-8 años), cada equipo debe tener 10 jugadores en cancha (incluído el arquero), el partido se juega en 2 tiempos de 15 minutos -con un entretiempo de 5 minutos- las dimensiones del campo de juego son cancha reducida hasta el área grande.
• Categoría competitiva: lleva a los jugadores a la búsqueda de la victoria y la mejora continua, sin perder las características formativas.
Contempla jugadores 2013-2014: (11-12 años), cada equipo debe tener 11 jugadores en cancha (incluído el arquero), el partido se juega en 2 tiempos de 25 minutos -con un entretiempo de 10 minutos- las dimensiones del campo de juego son cancha completa.
Los jugadores deberán ser incluidos en una Lista de Buena Fe que deberá presentarse una semana antes del inicio del torneo en la oficina de la Dirección de Deportes y Recreación (calle Mosconi 791, atención de lunes a viernes de 9 a 21h), tendrá un máximo de 25 jugadores y deberá presentarse en forma escrita y con los datos completos. (Los jugadores que ya figuren en la lista de buena fe de cualquier Escuelita o Club, no podrán ser parte de otra lista durante el torneo, se analizará casos especiales).
Los locales de cada partido serán los responsables de cobro de entradas cuyo valor es de $2.000 para mayores de 8 años, los fondos recaudados podrán ser destinados para solventar gastos como: alquiler de cancha, árbitros, entre otros. El contenido completo del Reglamento puede consultarse a través de la oficina de Deportes que está a disposición para aquellas instituciones que deseen incorporarse a la LMEF.

La Identidad Visual de la Liga Municipal de Escuelitas de Fútbol Tupungato
La identidad visual de la Liga Municipal de Escuelitas de Fútbol Tupungato es un emblema gráfico, una declaración de propósito, una síntesis de valores comunitarios y una invitación al juego como herramienta de formación. El logo no es solo una imagen: es una brújula, señala hacia un Tupungato que apuesta por el deporte como herramienta de transformación, que reconoce el valor de las escuelitas como semilleros de ciudadanía.
Un escudo que proyecta
En el corazón del diseño se encuentra un escudo moderno, donde las iniciales forman un monograma fácil de distinguir. Este símbolo central transmite protección, pertenencia y propósito compartido. Rodeado por un círculo que evoca unidad y continuidad, el logo se presenta como un espacio inclusivo donde cada niño y niña encuentra lugar.
Una paleta que habla de comunidad
La elección cromática equilibra lo institucional con lo emocional: el azul oscuro aporta confianza, institucionalidad; el celeste conecta con la frescura y cercanía de la infancia. El naranja inyecta energía, entusiasmo y esperanza; El blanco garantiza claridad y apertura.
Estos colores no solo embellecen, sino que narran: hablan de una liga que forma, que celebra, que construye vínculos.