Finalmente, luego de un mes fue sobreseída la docente acusada de distribuir material de pedofilia.
La educadora fue detenida el pasado 7 de agosto cuando estaba trabajando en la Escuela Luis Piedrabuena, en la localidad de Cordón del Plata en Tupungato, mientras vestía su guardapolvo y cumplía funciones como vicedirectora.
Luego de un mes de investigación, la Justicia confirmó que la mujer de 52 años no tuvo ninguna responsabilidad, sino que quien intentó subir el contenido había sido su nieta, al utilizar un teléfono celular en desuso que había en la casa para cumplir con un reto viral.
Sobre este lamentable hecho dialogamos con la docente quién relató lo siguiente: “Durante ocho horas estuve detenida en el interior de un calabozo de la Comisaría 20, el pasado 7 de agosto, posteriormente me trasladaron a Tunuyán para realizarme una prueba genética. Durante ese traslado recibí un golpe en mi pierna cuando bajaba del vehículo y hoy tengo que operarme a raíz de ese golpe, debo someterme a un cirugía. Me bajaron esposada y vistiendo mi guardapolvo al cual honro y respeto mucho, fue muy doloroso ese punto para mí” destacó la mujer.
Y continuó: “Posteriormente vuelvo a la comisaría donde mi abogado defensor había gestionado mi fianza para recuperar la libertad. Desde ese entonces todo esto fue y es una película de terror”.
Pasaron varias semanas de investigación; la justicia finalmente determinó que la profesional de la educación era inocente y quedó sobreseída del grave delito del que se la acusaba.
Desde la Dirección General de Escuelas, apartaron a la educadora de su trabajo sin goce de sueldo hasta que finalice el proceso investigativo. Sobre este tema la entrevistada dijo: “Es muy difícil desde lo económico afrontar todos los gastos que el proceso demanda, aparte de lo psicológico tengo miedo; es muy difícil seguir después de todo lo que ha pasado”
Le consultamos que observa ella como docente de ahora en adelante? la mujer muy angustiada manifestó: “Me siento mal, es muy triste y difícil seguir adelante después de todo esto; hay mucha gente necia que opinó y me defenestró por las redes y en persona. Me enteré que querían incendiar mi casa, tengo miedo y no puedo evitarlo. De ahora en adelante estoy aguardando que la Dirección General de Escuelas se manifieste con mi caso, aún no se si podré regresar a trabajar. Siento que a mi edad, con 52 años, mi vida está en manos de otro. Espero respuestas…”
Además indicó: “Lo único que pretendo es que todo se termine, que se deje de hablar de esto de la manera en que se hace, acusándome. La gente no tiene derecho a opinar de cosas que desconoce”.
Por último dijo: “Agradezco a mi familia, amigos y a la comunidad educativa por apoyarme desde un primer momento, sin juzgar y sin señalar. Me va a costar mucho salir adelante, juntar los pedacitos de lo que queda de mí para construirme de nuevo” finalizó angustiada.