A través del decreto 441/2025 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional oficializó una nueva actualización parcial de los impuestos aplicados a los combustibles líquidos, lo que anticipa un inminente aumento en el precio de naftas y gasoil. Aunque las petroleras aún no definieron la magnitud del ajuste en surtidores, se espera una suba en las próximas horas.
En detalle, la normativa establece un incremento de $6,62 por litro en el impuesto a los combustibles líquidos y de $0,405 en el impuesto al dióxido de carbono, exclusivamente para las naftas. En el caso del gasoil, la suba es de $5,346 por litro en la tasa general, a lo que se suman $2,895 adicionales por la alícuota diferencial para algunas regiones como la Patagonia y zonas del interior, y $0,609 por litro por el componente ambiental.
Como parte de una estrategia para contener el impacto inflacionario, el Ejecutivo resolvió postergar la aplicación de incrementos pendientes correspondientes al resto de los trimestres de 2024 y principios de 2025. Estos comenzarán a trasladarse a los precios recién a partir del 1 de agosto.
Cabe recordar que el esquema tributario de los combustibles prevé actualizaciones trimestrales, vinculadas a la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) informado por el INDEC. Este mecanismo se aplica cada enero, abril, julio y octubre, aunque ha sido interrumpido o postergado en diversas ocasiones por razones macroeconómicas.