Elon Musk encendió la mecha de un escándalo político sin precedentes al asegurar que Donald Trump aparece en los archivos de Jeffrey Epstein, el financiero condenado por abuso de menores. La respuesta del expresidente fue inmediata: cortó contratos millonarios con el magnate y lo llamó “mentalmente inestable”. Lo que comenzó como una disputa por políticas económicas escaló a una batalla personal con acusaciones explosivas.
Todo estalló cuando Musk publicó en X, su propia red social, un mensaje contundente: “Es hora de lanzar la gran bomba: Donald Trump está en los archivos Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”. Acompañó la acusación con un video que mostraba a Trump en una fiesta organizada por Epstein y enlazó artículos periodísticos que documentan la relación entre el expresidente y el ya fallecido abusador. Para dejar claro que no se trataba de una broma, añadió: “Guarden esta publicación. La verdad saldrá a la luz”.
La provocación no quedó en palabras. Cuando un usuario le preguntó si Trump debería enfrentar un proceso de destitución, Musk respondió con un simple pero revelador “YES”. El mensaje resonó como un llamado a la acción, reavivando uno de los temas más sensibles en la política estadounidense: la supuesta lista de poderosos vinculados a Epstein, que incluiría desde Bill Clinton hasta el príncipe Andrew de Inglaterra.
Trump no tardó en contraatacar. Durante una rueda de prensa, calificó a Musk de “repugnante” y sugirió que su exaliado sufre un “trastorno mental”. Pero las palabras fueron solo el inicio. Según reveló el propio magnate tecnológico, la administración Trump habría ordenado suspender los lucrativos contratos federales con sus empresas, incluyendo el crucial acuerdo entre SpaceX y la NASA.
Musk, lejos de amedrentarse, replicó con un recordatorio incómodo para el expresidente: “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones. Los demócratas controlarían el Congreso. ¡Qué ingratitud!”. La referencia era clara: su apoyo financiero, estimado en 300 millones de dólares durante la campaña de 2024, había sido decisivo para la victoria republicana.
La sombra de Jeffrey Epstein, quien murió en prisión en circunstancias aún no aclaradas, sigue persiguiendo a las élites. Su red de abusos en la Isla Little St. James, donde supuestamente se organizaban encuentros con menores, involucraría a algunas de las figuras más influyentes del mundo. Hasta ahora, el Departamento de Justicia se ha negado a hacer públicos los registros completos de sus vuelos y contactos, lo que alimenta teorías de encubrimiento.
Las consecuencias ya se sienten en Wall Street
El impacto financiero de la disputa fue inmediato. Las acciones de Tesla se desplomaron más de un 14%, borrando del mapa 100.000 millones de dólares en valor de mercado. Del otro lado, Trump Media & Technology Group también sufrió, con una caída del 7,3%.