La delegación albiceleste aterrizó este miércoles en Santiago en medio de un operativo de seguridad fallido que generó malestar generalizado. Al descender del avión chárter alrededor de las 22:00 (hora argentina), los jugadores se encontraron con una multitud descontrolada que los obligó a abrirse paso entre empujones y gritos, violando el protocolo FIFA que exige traslados en cápsulas de seguridad cerradas.
En el aeropuerto, La ANFP chilena habría incumplido las normas internacionales al no garantizar un corredor seguro. Testigos describieron a Messi y sus compañeros visiblemente incómodos mientras sorteaban a fanáticos y periodistas sin protección adecuada.
En caso del hotel Intercontinental, casi 300 personas (incluyendo familias chilenas y argentinos residentes) colapsaron el acceso, forzando el cierre de un carril vehicular. Los carabineros contuvieron a duras penas a la gente, que terminó frustrada cuando los jugadores ingresaron al edificio sin interactuar.
Desde la AFA Acusan a los organizadores chilenos de no implementar el “mínimo seguridad exigible” para un partido FIFA. En respuesta por el malestar la ANFP alega haber cumplido estrictamente con el protocolo básico, atribuyendo los problemas a “servicios extras no contratados” por la delegación visitante.