El Gobierno de Mendoza sumó nuevo equipamiento para la Policía provincial, en el marco de una estrategia de modernización sostenida que ejecuta el Ministerio de Seguridad y Justicia. La adquisición se concreta con el mayor presupuesto en bienes de capital para el área en los últimos diez años y busca fortalecer la capacidad operativa de la fuerza con mejores condiciones de protección y herramientas tecnológicas.
La compra incluye 3.000 chalecos antibala, 500 pistolas Bersa, 50 escopetas Bersa y 130 pistolas Taser 7. Con esta incorporación, la Provincia avanza en la renovación de materiales de uso diario, mejora la cobertura para agentes en calle y amplía el uso de dispositivos de intervención en situaciones críticas.

Capacitación y registro obligatorio para su uso
El protocolo establece que solo podrán portar pistolas Taser los efectivos con al menos dos años de antigüedad en la fuerza. En el caso de civiles —como preventores o personal de seguridad privada—, se exige una antigüedad mínima de tres años y certificación otorgada por el Ministerio. Se prohíbe disparar a zonas sensibles como cabeza, cuello, rostro, entrepierna o torso superior, y se recomienda intervenir sobre áreas de mayor masa muscular.
Cada uso deberá quedar registrado con fecha, hora, lugar, circunstancias y resultados. En casos críticos, se exigirá un informe técnico al magistrado interviniente. También se establecen responsabilidades administrativas para las unidades que empleen estas herramientas y obligaciones operativas específicas para los agentes y sus superiores jerárquicos.